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El desarrollo del vínculo afectivo o apego

El desarrollo del vínculo afectivo o apego se inicia en las primeras etapas de la vida, desde el embarazo hasta los primeros años. Esta conexión temprana ejerce una influencia significativa en las relaciones futuras. Durante este período, el niño aprende las expectativas humanas básicas.

Cómo se desarrolla el vínculo afectivo

Antes de nacer

El desarrollo del vínculo afectivo puede comenzar incluso antes del nacimiento, con la decisión de tener un hijo y las circunstancias que rodean esta elección. El contexto emocional y las expectativas de los padres impactan en el desarrollo del feto.

Durante el embarazo

Desde la concepción hasta el nacimiento, el feto experimenta una vida sensorial. A partir de los 5 meses, puede percibir sonidos, como la voz materna. Además, los hábitos alimenticios y gustos de la madre influyen en el feto. Estas experiencias sensoriales contribuyen a la formación temprana de la identidad del niño.

La vida imaginaria de la madre durante el embarazo también juega un papel crucial en las relaciones futuras con el bebé. Las expectativas y emociones maternas impactan en la percepción del niño sobre sí mismo y sobre su madre

Durante el periodo neo-natal

Los primeros días y meses después del nacimiento son fundamentales. Durante este tiempo, el bebé experimenta el mundo a través de los sentidos, estableciendo conexiones sensoriales con su entorno y con su cuidador principal.

Durante el primer y segundo año de vida

Durante el primer año, el bebé busca constantemente la satisfacción de sus necesidades básicas, estableciendo confianza en su cuidador principal. En el segundo año, comienza a comprender y aceptar las reglas sociales, desarrollando un modelo interno de relaciones que influirá en sus interacciones futuras.

Es esencial que el niño pueda construir un modelo flexible y seguro de relaciones, lo que le permitirá adaptarse y enfrentar nuevas experiencias. Sin embargo, experiencias negativas, como el rechazo materno, pueden afectar este desarrollo, causando síntomas de inseguridad y rigidez en el niño.

El desarrollo del vínculo afectivo no solo impacta en la infancia, sino que también influye en la vida adulta, ya que el primer modelo de relaciones establecido en la infancia continúa siendo relevante en el futuro.

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